
Momento de uno de los rezos en una mezquita en Santa Cruz de Tenerife. delia padrón
La abstinencia tiene lugar desde que sale el sol hasta el atardecer, que en Canarias abarca desde las 6.15 de la mañana hasta alrededor de las 8.15 de la tarde, en el ocaso. Salah Ali, uno de los responsables de la mezquita de Santa Cruz de Tenerife en la calle Calvo Sotelo, explica que a lo largo del día se han de practicar hasta cinco rezos. "En esta mezquita", comenta, "los viernes, que es como el domingo para los católicos, a las 2:30 se suelen congregar hasta 200 personas para rezar". El salón es austero y modesto. Con su clásica división para hombres y mujeres, y con el altar orientado hacia la Meca.
Las prohibiciones de estos días incluyen la ingesta de alimentos, la bebida de cualquier líquido, fumar o tener relaciones sexuales. Sin embargo, al contrario de lo que mucha gente cree, no se aplica a todos sin excepción, y es que aquéllos que no tengan las condiciones físicas para hacerlo no tienen la obligación de llevarlo a cabo, como por ejemplo las embarazadas, los ancianos o quienes tengan un trabajo que requiere mucho esfuerzo.
El no comer durante el día trae consigo debilidad, algo que, para aquéllos que trabajan, supone un esfuerzo herculano. Al no ser una fecha festiva en el Archipiélago, muchos no disponen de días libres, y el esfuerzo se multiplica.
Al llegar el crepúsculo, comienza la celebración, siempre religiosa, en familia. Tiene lugar el rezo más importante del día, y por fin la esperada comida y bebida. "Te reúnes con tu familia, con los vecinos, incluso con gente que no conoces. En especial la noche del destino. Esa noche mucha gente no duerme; se reza y se lee el corán, mientras las mujeres preparan comida toda la noche. En mi país de origen nadie come solo, pero aquí resulta complicado", comenta Boubacar. Para hacerse una idea, es como pasar una cena de navidad en soledad.
"Es una celebración, no un castigo. Yo lo practico con alegría, aunque mis amigos canarios piensan que es como una pena que se aplica al cuerpo. Es tiempo de dar a los que menos tienen, y de celebrar en familia", agrega.
"No se trata sólo del ayuno", explica Alí, "cuando uno pasa hambre, como nos ocurre en estos días, entonces nos acordamos de los que no tienen nada, y entendemos lo que significa pasar hambre. Es tiempo de dar a los que menos tienen".
Un lugar donde se suelen congregar para celebrarlo son las mezquitas. En Tenerife se ubican hasta siete, y en total, en Canarias, hay alrededor de 20, según la liga de la comunidad islámica, lo que descubre una cultura que se abre paso entre la isleña. Sakr Sánchez asegura que entre los musulmanes que viven en las Islas hay un considerable porcentaje de canarios, aunque, por supuesto, la procedencia de la mayoría son inmigrantes, en especial "naturales de la zona del Magreb; Marruecos, Mauritania y Argelia, entre muchos otros".
Rezo en el pabellón
La noche del destino o Lailat-ul Qadr, en la que se reza y lee el Corán durante toda la noche, no es la única fecha señalada que le queda por delante al Ramadán.
El próximo día 19 finalizará el período de ayuno. Al día siguiente tiene lugar otro de los días grandes del culto; la llamada Fiesta del Ramadán.
Se celebra el día 1 del calendario lunar, tras el día 30 del Ramadán, el último.
Los responsables de la mezquita ubicada en la calle Calvo Sotelo de Santa Cruz de Tenerife han alquilado el pabellón Municipal de Deportes de Santa Cruz de Tenerife, en el caso de que este día caiga el domingo, pues dependerá del calendario lunar, para celebrar los actos religiosos.
Se pretende así dar más espacio para los que acostumbran reunirse en la pequeña mezquita santacrucera.
Los actos serán exclusivamente religiosos, consistirán en la lectura del libro sagrado, presididas por el imán de dicha mezquita, y se rezará.
Este día finalizará el conocido ayuno diurno de la religión musulmana, y se volverá a la normalidad.