martes, 23 de septiembre de 2008

El Ramadan más internacional




Más de diez mil personas, de doce nacionalidades diferentes, celebran en Albacete esta festividad de la religión musulmana
DOLORES CARCELÉN


PUNTO DE ENCUENTRO. Imagen de la mezquita del Centro Cultural Islámico./ LA VERDAD
Desde el 1 de septiembre y hasta la próxima semana, diez mil musulmanes de la provincia de Albacete, de doce nacionalidades diferentes, celebrarán la fiesta del Ramadán, preludio de la del sacrificio del cordero. Si los católicos tienen su Semana Santa y su Navidad y los judíos su Hanuká, los musulmanes celebran 29 días de ayuno y oración, para conmemorar, sesenta días después, su fiesta mayor.


Septiembre ha sido un mes duro, con largas horas de luz y muy caluroso. Sin embargo, los musulmanes han seguido fieles a sus principios, ayunando desde el amanecer hasta el ocaso. Y es que el perdón, el ayuno y la oración, así como la solidaridad y compresión con los más necesitados son los pilares del Ramadán.


Este noveno mes del año lunar islámico conmemora la primera revelación coránica al profeta Mahoma.Así lo puso de manifiesto a este diario el director general de la Asociación Cultural Islámica de Albacete, Mustafá Smabi, quien explicó que el próximo lunes, dependiendo de la luna, los musulmanes sabrán si el ayuno se podrá romper el martes o el miércoles. Después de reunirse en oración, los musulmanes vivirán en familia la ruptura y volverán a la normalidad.


Durante este mes de septiembre, los creyentes han visitado el centro islámico para las oraciones de las 11 de la noche y de las 5,30 de la madrugada. Más de un centenar de personas de Senegal, Marruecos, Pakistán, Argelia, Mali, Albania, Bélgica, Gambia o Libia se han reunido para recordar que el Ramadán es un mes de ayuno y oración en el que ricos y pobres se igualan.PerdónSmabi explicaba ayer que el día de la ruptura del ayuno -aún por confirmar- reunirá a cientos de personas en la mezquita. «Hay que olvidar los malos entendidos, son días de perdón, momentos para ser hermanos, para que las familias se unan».


Para el responsable del centro cultural la religión musulmana es una confesión universal que no sólo comparten los árabes. Así, el Ramadán está lleno de símbolos y tradiciones comunes en todo el mundo. No todos los árabes son musulmanes y muy pocos mantienen sus tradiciones cuando llegan a un país que no se adapta a ellas.


El Centro Cultural Islámico pretende tender los brazos a quien quiera «volver» al Islam.No hay que olvidar que para los musulmanes este mes es el de Alá, por lo que no consiste sólo en poner a prueba al cuerpo con el ayuno, también se cuida el espíritu. Son días de perdón, ayuno y oración. No obstante, el rezo, el ayuno, la ayuda al pobre y el hecho de ir a la Meca una vez en la vida forman parte de los pilares del Islam.


Este mes sagrado no coincide todos los años con una misma fecha ni empieza el mismo día en todos los países, de ahí que este año haya comenzado el 1 de septiembre, mientras que el año pasado empezó el día 13.


En Albacete, el Ramadán se vive como un mes cualquiera. Sin embargo, países como Marruecos se quedan desiertos durante el día. Nadie trabaja por respeto y porque difícilmente se pueden hacer sobreesfuerzos mientras se ayuna. Se come cuando anochece, pero antes de que se ponga el sol no está permitido.


De todas formas, cada vez son más comunes los casos de empresarios albaceteños que adaptan los horarios a la situación de sus trabajadores musulmanes.Hay que recordar que católicos y musulmanes comparten profetas, raíces y, en opinión de la mayoría de los creyentes, rezan al mismo Dios.


Sin embargo, los pilares que sustentan a esta religión apenas si se conocen y sobre el Ramadán circulan más leyendas urbanas que realidades. El Ramadán no es sólo no comer y no beber, hay quien, como Smabi, tiene la certeza de que el ayuno de los musulmanes fue equiparable en tiempos al de los judíos o a la Cuaresma de los cristianos, pero sólo el Islam respetó esta tradición.


Terminado este mes lunar, habrá que contar dos meses y diez días para llegar a la celebración del sacrificio del cordero, que también está llena de simbolismo. Conmemora el momento en el que profeta Ibrahim, cuando estaba a punto de sacrificar a su hijo, recibió la orden de cambiarlo por un cordero