domingo, 21 de febrero de 2010

La Generalitat apuesta por crear cementerios multiconfesionales

BARCELONA,21/02/2010,elperiodico.com,JORDI CASABELLA.

Tumbas en el recinto musulmán del cementerio de Montjuïc, en Barcelona, el pasado 14 de enero. Foto: GUILLERMO MOLINER1.

• Desaconseja que las religiones tengan camposantos exclusivos2.

• BCN, Terrassa y Manresa ya tienen parcelas musulmanas integradas


Ha dejado de resultar una rareza que los servicios funerarios reciban peticiones de familias de credos distintos al católico que reclaman que su pariente sea enterrado en una tumba orientada hacia la Meca, en el caso de los musulmanes, pero también hacia las ciudades israelís de Jerusalén, si practican el judaismo, o Haifa, si se trata de seguidores de la Fe Bahá’í. O que la sepultura esté bañada por el sol o mire al mar, cuando el fallecido pertenece a una confesión entroncada con las creencias populares chinas. En cualesquiera de esos casos se quiere que el finado sea enterrado bajo tierra y en una zona reservada a los seguidores de sus mismas convicciones religiosas.

Para dar respuesta a esas peticiones la Generalitat acaba de editar un manual en el que recomienda a los ayuntamientos, que son los responsables de la gestión de los recintos mortuorios, que delimiten parcelas confesionales dentro de los cementerios antes que promover la creación de camposantos exclusivos por religiones, a pesar de que las leyes también recogen esa opción.

Separar a los muertos en función de sus sentimientos religiosos se considera que constituye «un paso atrás», un retroceso a los tiempos en que «protestantes y suicidas» recibían sepultura en un reducto apartado del cementerio separado por una tapia y con un acceso diferenciado. También se afirma que segregar a partir de las creencias que se profesan, en lugar de reunir a los muertos en un único emplazamiento, «puede favorecer el rechazo de unos colectivos respecto a otros».

Ahora mismo la posibilidad de disponer de una parcela diferenciada pero al mismo tiempo integrada en el resto del camposanto ya existe en los de cementerios de Collserola, en Barcelona, Manresa y Terrassa, al menos para los seguidores del islam, aunque el grueso de los creyentes de esa religión sigue siendo repatriado por los familiares a sus lugares de origen cuando llega la muerte.

DEMANDA EN AUMENTO // En los próximos años, sin embargo, se aventura que irán en aumento la solicitudes de este colectivo para recibir sepultura en Catalunya, una situación que ya ha comenzado a manifestarse en comarcas como la del Alt Empordà. En este sentido, el manual aconseja que cuando se trate de pequeños municipios haya cementerios multiconfesionales mancomunados.

La guía. promovida por la Conselleria de la Vicepresidència que dirige Josep Lluís Carod-Rovira, recoge los usos y costumbres funerarios de 13 confesiones que cuentan con algún tipo de presencia significativa en la sociedad catalana. La mayor parte de ellas prefieren los féretros sobrios y sencillos y algunas se oponen a que los cadáveres sean incinerados, como los ortodoxos o los fieles de la Fe Bahá’í, y solo prevén la inhumación de los restos.

DIFERENTES PREFERENCIAS / Los musulmanes prefieren que el cadáver reciba sepultura antes de que hayan transcurrido 24 horas, mientras que los budistas son partidarios de aguardar, si es posible, hasta tres días para trasladar al fallecido al cementerio, pues les anima la creencia de que la conciencia no abandona al cuerpo en el momento de la defunción, sino más tarde. Hay confesiones que no aceptan la autopsia, pero al mismo tiempo son respetuosas con las leyes locales y se adaptan a ellas.

El trabajo de la conselleria hace igualmente una descripción de los actos y ceremonias que pueden celebrarse en el ámbito del cementerio y en los espacios contiguos a los hornos crematorios instalados en los servicios funerarios.