sábado, 13 de septiembre de 2008

`EL CANTAR DE MIO CID' LO ESCRIBIÓ UN ARABE



«He tardado 15 años en creer que fue un árabe el que escribió 'El Cantar de Mío Cid'»
La vallisoletana acaba de publicar un libro en el que expone su tesis, que afirma que el autor del poema sobre Rodrigo Díaz de Vivar no fue cristiano
14.09.08 -
MARTA JUSTE
VALLADOLID

Dolores Oliver Pérez, en su casa de Valladolid. / RICARDO OTAZO

Muchos dudarán de la veracidad de esta tesis, pero Dolores Oliver Pérez, profesora recién jubilada de Lengua y Literatura Árabes y Lengua Árabe y su Influjo en el Español en la Universidad de Valladolid, afirma en su libro 'El Cantar de Mío Cid: génesis y autoría árabe' que fue un poeta musulmán el que escribió el famoso poema. Después de más de 20 años de investigación, la vallisoletana ha sacado a la luz su tesis que, aunque aún no ha sido refutada por ningún otro investigador, resultará esencial en futuros estudios sobre 'El Cantar de Mío Cid'.

-¿Cómo decidió estudiar la autoría del poema?

-Fue algo casual. Me invitaron en 1983 a dar una conferencia y era la semana hispanoárabe. Me dije: «Voy a hablar del Cid». En un momento dado decidí comparar al Cid histórico con el Cid del 'Cantar'. Yo recordaba el poema de mis años de estudiante, pero en ese momento, al releerlo, no hacía más que decir: «Esto lo ha escrito un árabe». Entonces empecé a estudiar al Cid. Llevo investigando 20 años, pero por épocas. Cada vez que estudiaba un aspecto, lo primero que decía es que lo había escrito un árabe y no me lo creía. Cada vez que me invitaban a hablar del tema investigaba otro aspecto y siempre llegaba a la misma conclusión, hasta que en un momento dado dije: «Esto lo ha escrito un árabe». He tardado por lo menos 15 años en creérmelo yo.

-¿Cómo fue el proceso de investigación?

-Al principio me fijé sobre todo en la figura del Cid. Lo que me llamó la atención es que no era el típico noble hispano-godo, sino que actuaba igual que los paladines árabes. Él trata por igual a todos sus hombres, el sentido del honor era beduino y también el modo de comportarse en la guerra. En 'El Cantar de Mío Cid' hay muchas escenas en las que se ve la relación con el mundo árabe, por ejemplo la de los judíos. El Corán prohibe prestar con usura y al que lo hace se le puede robar con total libertad. Desde luego no ha podido crearse para castellanos. Si un poeta crea un historia para ensalzar a una persona, no va a crear escenas que la gente no entienda o que esté en contra de ellas. Por lo tanto, no pudo crearse en Castilla. El segundo punto que estudié fue el mundo de la guerra. Cuando leí la Batalla de Alcocer me di cuenta de que era una 'jarraca', un ejercicio ecuestre que hacían los beréberes. El poema tuvo que crearse en un sitio donde hubiera beréberes. Llegué a la conclusión de que era Valencia. A partir de aquí estudié al Cid histórico para averiguar al autor. Había una figura que no existía en la zona cristiana: el poeta que crea un poema en alabanza del señor. El Cid era muy inteligente y supo aprovechar esa arma política. Me di cuenta de que el Cantar se tuvo que escribir en Valencia y en la Corte del Cid.

-¿Y cómo supo quien lo escribió?

-Ese fue el siguiente paso. Fue Abu al Qasim quien lo escribió. Era el hombre más inteligente y con mayores conocimientos de su época. Era un jurista y era el que más sabía de la historia de los árabes. Fue el encargado de entrevistarse con el Cid para pactar las condiciones de la paz. Mi teoría es que Abu al Qasim se dio cuenta de que el Cid quería ser gran gobernador. Por lo tanto, debió de ofrecerle su ayuda para gobernar a cambio de un buen trato hacia los valencianos y respetar su religión. Años después las mezquitas de la ciudad seguían siendo mezquitas y sólo les cobraba el diezmo.

-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención durante su investigación?

-Hay mucha gente que dirá que es nuestro primer monumento literario y resulta que lo ha creado un árabe y en árabe. Lo que más me ha llamado la atención es el hecho de admitir que lo ha tenido que hacer un poeta árabe y que el Cid era un hombre extremadamente inteligente, mucho más que los reyes y por eso mismo no tienen poemas. Aunque lo importante de un gobernador no es que seas inteligente, sino que te rodees de gente inteligente. El poema empieza contando el sufrimiento del Cid y luego ya sus batallas, para que los valencianos lo vieran como una buena persona y no lo odiaran. Al Cid lo admiran hasta los árabes. En cambio, los historiadores árabes dicen de los anteriores gobernadores de Valencia que eran unos soberbios y unos cobardes.

-¿'El Cantar de Mío Cid' podría considerarse como una de las primeras formas de propaganda política?

-Dentro de España sí, porque allí la tenían de siempre. Es decir, en el mundo islámico hay una serie de personajes que se dedicaban a hacer propaganda del gobierno. El Cid se lo supo ganar. Hay otros personajes que no tienen su propio poema porque no eran lo suficientemente inteligentes. El Cid era muy culto e inteligente y supo tener un poeta que le hiciera la propaganda política para ganarse al pueblo y que no se levantara.

-¿El hecho de que este poema fuera escrito por un árabe tardará mucho en calar en la educación literaria española?

-Pienso que lo que tienen que hacer es leer el libro. Cuesta mucho creerlo. Si la primera vez que yo leí 'El Cantar de Mío Cid' alguien me hubiera dicho que lo había escrito un árabe habría pensado que estaba loco. Todavía no ha refutado nadie mi tesis. Me pensé mucho cómo exponer los argumentos. Había compañeros que se reían de mí, pero luego han leído el libro y se han convencido, pero les cuesta muchísimo reconocerlo. Es una tesis dificilísima de admitir, inadmisible si no lees todos los argumentos, que son cientos. Lo que diría es que si un profesor de instituto se lee mi libro, que saque sus conclusiones.